Una noche diferente. A pesar de los 38º presentes en la tarde del sábado pasado, más de 30 ciclistas de Villa Carlos Paz partieron desde el restaurante Pizza Ranch de Av. Uruguay rumbo a Los Gigantes para despedir otro año lleno de kilómetros, amistades y logros.
Linterna, casco, trabas y a pedalear... Ritmo constante, aunque quizás algo elevado para algún que otro colado que fue invitado por un amigo o el suegro de algún biker puntano. La treintena de bikers escaló la calle Roma, dobló en Cimarrosa y arribó al bosquecito de Estancia Vieja en un primer tramo que despidió las altas temperaturas de la jornada sabatina.
Algunos, con más podios en el currículum de este 2017 que el propio Catriel Soto. Otros, alejados de las carreras desde hace tiempo. Pero todos, unidos por la pasión del ciclismo de montaña, arribaron al Monumento al Indio Bamba de Cabalango para luego dirigirse a la Ruta Nacional 28, desde donde se encaminarían hacia Los Gigantes.
Algún que otro chiste y recuerdos de carreras memorables acompañaron al pelotón, el cual fue detenido por un par de puestos de abastecimientos (¡Dios bendiga, a la Sole y a la camioneta de Slime!). Naranja, banana, agua con hielo y a seguir.
Finalmente, los bikers emprendieron el retorno pocos kilómetros antes del sistema montañoso debido a los fuertes vientos presentes, los cuales acabaron adornando un contundente asado en Pizza Ranch que derrapó hasta las 3 hs. de la mañana.de la jornada dominical. Una despedida de año gigante para este grupo de gente que, un año más, transformó al ciclismo de montaña en uno de los deportes más multitudinarios y laureados de la ciudad de Villa Carlos Paz. ¡Chapeau!