Mojón sin cruz

El Mojón es una de las cimas más emblemáticas del trekking y running cordobés. Con más de 1100 msnm y una increíble vista al lago San Roque y el río Cosquín, los deportistas de la Provincia de Córdoba y alrededores suelen darse una vuelta cada tantos meses o semanas por Santa María de Punilla con el fin de emprender sus respectivos caminos rumbo a la cima, en donde un particular montículo de piedras sostenía la clásica cruz de madera con la latitud y longitud del lugar.

De hecho, la carrera ''Desafío al Mojón'' alcanzó su quinta edición el pasado mes de noviembre con la participación de más de 1.000 corredores que decidieron apoyar con su presencia el evento -conocido como ''los 42K más duros de Córdoba''- a pesar de que el mismo fue reprogramado debido a los incendios que azotaron la zona durante octubre. 

Sin embargo, una noticia empapó de incertidumbre y bronca a los atletas que suelen acudir el lugar: en la mañana de este jueves, el coscoíno Cristian Pautassi arribó al Mojón y se llenó de tristeza al ver que la cruz que él mismo había realizado ya no estaba y que, para quitarla, medio mojón había sido desarmado. 

De inmediato, propios y ajenos a ésta experiencia se indignaron con la situación, ya que la cruz carece de valor monetario para quien la haya quitado pero contiene para muchos un valor emocional incomprendible para muchos. 

Por su parte, Norberto Saya, organizador del evento, publicó:  ''Las cosas materiales son cosas materiales. Nadie nos va a sacar las ganas de correr en la montaña, de ponernos una mochila y pasarnos 2 o 3 horas con nosotros mismos. Una cruz,un pato, sólo simbolizan un punto de referencia. Nadie pero nadie me va a sacar las ganas de correr y disfrutar la montaña con mis amigos y familia'', haciendo también referencia a un pequeño adorno de pato -obviamente, de menor importancia que la cruz-, utilizado como referencia en el sendero rumbo al prestigioso Mojón.

Germán Trevisson, también fundador del Desafío al Mojón, expresó: